La santidad consiste en no rebasarnos a nosotros mismos, es la victoria perfecta sobre todas nuestras pasiones: esto quiere decir despreciarnos a nosotros mismos en verdad y constantemente, y desdeñar las cosas del mundo al punto de preferir a las riquezas la pobreza, a la gloria la humillación, al placer el sufrimiento. La santidad es …
La santidad consiste en no rebasarnos a nosotros mismos, es la victoria perfecta sobre todas nuestras pasiones: esto quiere decir despreciarnos a nosotros mismos en verdad y constantemente, y desdeñar las cosas del mundo al punto de preferir a las riquezas la pobreza, a la gloria la humillación, al placer el sufrimiento. La santidad es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos por el amor a Dios.
La santidad, sobre este punto, nos hace amar a aquel que nos maldice, que nos odia, que nos persigue, y ella nos lleva hasta hacerle el bien. La santidad significa que nosotros vivimos humildes, desinteresados, prudentes, justos, pacientes, llenos de caridad, castos, desbordantes de mansedumbre, laboriosos y fieles en el cumplimiento de nuestros deberes, con la única finalidad de agradar a Dios, y para recibir sólo de él la justa recompensa.
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