Ser católico significa vivir una vida cristiana en su totalidad y desde una perspectiva católica. Para los católicos, todas las personas son básicamente buenas, pero el pecado es una enfermedad espiritual que, en sus inicios, dejó gravemente herida a la humanidad y puede matarla si no se atiende. La Gracia Divina es el único remedio para el pecado y la mejor fuente para obtenerla son los sacramentos, que consisten en varios ritos y que los católicos creen que han sido creados por Jesús y confiados al cuidado de su Iglesia.
¿Cuál es el criterio de fondo desde una perspectiva católica?
- Más que un adherirse intelectualmente a una idea, el ser católico implica un compromiso diario en el acoger el Plan o la Voluntad de Dios— sea cual fuere el lugar en donde se encuentre y hacia donde lo conduzca.
- Ser católico implica, por parte del creyente, cooperar con Dios. Dios ofrece su gracia divina y el católico debe aceptarla y cooperar con ella. El libre albedrío es sagrado. Dios nunca te obliga a actuar en contra de tu libertad. Hacer el mal no sólo le hace daño a uno mismo, también hiere a los demás, pues el católico nunca está solo. Los católicos siempre son parte de una familia espiritual llamada la Iglesia.
- Mas allá de ser un lugar al que se asiste los fines de semana para dar culto, la Iglesia es una madre que alimenta espiritualmente, comparte la doctrina, sana, conforta, y cuando es necesario corrige.